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Amenaza en la sombra (Don't Look Now, 1973) ★★★★★

1973  Reino Unido 110 minutos ★★★★★ 10/10 

Director: Nicolas Roeg

Guion Allan Scott, Chris Bryant.

 Reparto. Donald Sutherland. Julie Christie. Hilary Mason. Renato Scarpa. Massimo Serato. Clelia Matania. Leopoldo Trieste. Ann Rye

CRITICA: Opina @gandolcine

Ahora que llega Halloween os recomiendo una de mis favoritas del género, Amenaza en la sombra (Don't Look Now, 1973), siendo mi primera crítica de la sección clásicos.


Cuando pienso en las películas de terror que logran trascender el simple susto para convertirse en obras maestras psicológicas, Amenaza en la sombra (Don't Look Now, 1973) de Nicolas Roeg ocupa un lugar especial en mi lista. Es una cinta que trasciende el género, no solo por su historia de suspenso sobrenatural, sino por su capacidad de ahondar en el dolor humano y en la complejidad de las emociones después de una pérdida. Pocas veces se ha explorado de manera tan honesta y perturbadora el duelo, y mucho menos en el contexto de una película de terror.

Una de las primeras cosas que llama la atención es la ambientación en Venecia, que se convierte en un personaje tan importante como los propios protagonistas. La ciudad, en todo su laberinto de canales y calles angostas, es el escenario perfecto para transmitir esa atmósfera de desconcierto y opresión. Venecia no es aquí el lugar turístico y romántico que todos conocemos, sino un espacio oscuro, húmedo y casi desierto, que parece tan perdido y abandonado como los personajes de John y Laura Baxter. La elección de Venecia es acertada porque la ciudad tiene un aire decadente y melancólico, como si fuera un reflejo del luto y la culpa que arrastran los protagonistas.

En cuanto a las interpretaciones, tanto Donald Sutherland como Julie Christie entregan actuaciones llenas de matices, que consiguen atrapar al espectador en el dolor y la confusión que experimentan sus personajes. Sutherland, en el papel de John Baxter, es una mezcla de vulnerabilidad y determinación; su expresión corporal y su mirada reflejan constantemente una lucha interna entre la razón y el temor a lo inexplicable. Cada gesto suyo comunica una tristeza contenida, una negación de la realidad, que es palpable en cada uno de sus movimientos y palabras. Julie Christie, por otro lado, interpreta a Laura de forma exquisita, mostrando cómo el dolor afecta de manera distinta a las personas. Su personaje se aferra a la posibilidad de una vida más allá de la muerte, a una creencia que le brinda consuelo, mientras que John intenta racionalizar todo lo que sucede a su alrededor, lo que finalmente los lleva a un conflicto en su relación.

Otro de los puntos fuertes de Amenaza en la sombra es la manera en que Roeg utiliza la edición y el montaje para añadir capas de significado y suspenso. Las imágenes de la tragedia inicial, el fallecimiento de la hija de los Baxter, se entrelazan con el resto de la narrativa, apareciendo de manera fragmentada y en momentos inesperados, como si el pasado estuviera persiguiendo a John y Laura. El uso de estas imágenes sirve para recordarnos que el dolor no es algo lineal ni fácil de superar; es algo que aparece en flashes, en recuerdos que parecen no tener lógica, pero que están profundamente arraigados en la psique de los personajes. Este estilo de montaje, que rompe con la linealidad, añade una sensación de caos y desorientación que es tan angustiante como la propia trama.

La iconografía de la película también es fascinante. Roeg emplea el color rojo como un elemento recurrente que actúa casi como una premonición visual. Desde el abrigo rojo de la hija fallecida hasta la figura que aparece por las calles de Venecia, este color representa no solo la violencia y el peligro, sino también una especie de aviso que John, en su intento de racionalizarlo todo, no es capaz de comprender. Esta figura en rojo, que aparece de manera sutil y progresiva, se convierte en el centro de una serie de escenas que van construyendo un ambiente de tensión creciente. Es una presencia amenazante, pero difusa, que actúa como un recordatorio constante de algo que John intenta evitar: el hecho de que tal vez hay cosas que simplemente no podemos controlar ni entender.

La inquietud que genera la película radica en su capacidad para hacer que el espectador se sienta atrapado en una espiral de incertidumbre. La falta de respuestas claras, la ambigüedad en las visiones y en los encuentros de los personajes con lo sobrenatural crean una atmósfera de permanente desasosiego. No estamos ante un terror basado en sustos fáciles o en efectos especiales exagerados; aquí, el horror proviene de la imposibilidad de escapar del propio dolor, de la incapacidad de resolver las dudas y de la carga emocional que esto supone. La película juega con nuestras expectativas y nos deja siempre en un terreno resbaladizo, donde lo inexplicable puede estar a la vuelta de cada esquina.

Finalmente, el desenlace de Amenaza en la sombra es impactante y no deja a nadie indiferente. Roeg consigue un final tan desconcertante como trágico, que, al mismo tiempo, es un cierre poético para la tragedia que se ha desarrollado. Es una conclusión que refuerza la idea de que el pasado, el dolor y las decisiones no resueltas pueden tener consecuencias impredecibles y devastadoras.

En conclusión, Amenaza en la sombra es una obra maestra que logra trascender el horror y convertirse en una reflexión inquietante sobre el duelo y la imposibilidad de huir de uno mismo. Es un filme que mezcla de manera impecable la exploración psicológica con un manejo técnico magistral y una dirección arriesgada, lo que da como resultado una experiencia cinematográfica única y profundamente perturbadora. Además de tener uno de los mejores finales de la historia del cine de terror.

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