★★★★☆ 8/10 
Dirección Alexander Payne
Guion David Hemingson
Música Mark Orton
Fotografía Eigil Bryld
Reparto
Paul Giamatti · Dominic Sessa · Da'Vine Joy Randolph · Carrie Preston · Gillian Vigma
Argumento
Paul Hunham, un profesor cascarrabias de un
prestigioso colegio americano, se ve obligado a permanecer en el campus
durante las vacaciones de Navidad para velar por un puñado de
estudiantes que no tienen a dónde ir. Contra todo pronóstico, la
convivencia le llevará a forjar un insólito vínculo con uno de ellos, un
inteligente y problemático muchacho con sus propios traumas, y con la
jefa de cocina de la escuela, que acaba de perder un hijo en Vietnam.
CRITICA: (SIN SPOILERS)
Opina @gandolcine"The Holdovers", dirigida por Alexander Payne, se presenta como una comedia dramática que, a pesar de una introducción lenta, logra destacar gracias a su conmovedora exploración de las relaciones entre los personajes. La trama sigue a Paul Hunham, interpretado por el talentoso Paul Giamatti, un profesor cascarrabias que se ve atrapado en el campus durante las vacaciones de Navidad, cuidando a un grupo de estudiantes sin hogar. La narrativa da un giro interesante al enfocarse en la relación entre el profesor, encarnado por Giamatti, y un estudiante problemático interpretado por Dominic Sessa, lo que añade profundidad emocional a la historia.
La película tarda en arrancar, con lo mejor desplegándose a partir del minuto cuarenta, cuando la conexión entre Giamatti y Sessa toma protagonismo. La evolución de los personajes es una maravilla de presenciar, tocando el corazón del espectador. La química entre ambos actores es palpable, logrando transmitir la complejidad de la relación maestro-alumno de una manera auténtica y conmovedora.
Uno de los puntos más destacados de "The Holdovers" es la inclusión de Da'Vine Joy Randolph como la jefa de cocina de la escuela. Su interpretación agrega una capa adicional de emociones a la trama, mujer valiente que ha perdido a un hijo en Vietnam. Randolph brilla en su papel, entregando una actuación memorable y contribuyendo significativamente al desarrollo emocional de la historia.
El desenlace de la película es excelente y sumamente emotivo, dejando huella en el espectador. La película logra capturar la esencia de las relaciones humanas y cómo la convivencia forzada durante las vacaciones puede llevar a conexiones inesperadas y significativas. La emotividad del final y la forma en que se resuelven los conflictos hacen que la película sea una experiencia gratificante para el público.
La banda sonora de "The Holdovers" merece una mención especial, ya que contribuye de manera efectiva a la ambientación y el tono de la película. La elección de canciones y la forma en que se integran en la narrativa añaden un componente adicional a la experiencia cinematográfica, elevando la película a un nivel superior.
Paul Giamatti ofrece una actuación memorable que merece ser reconocida. Su interpretación del profesor cascarrabias es auténtica y convincente, mostrando una gama de emociones que va desde la ira, frustración hasta la ternura. Su trabajo en pantalla es digno de un premio Oscar, destacando su habilidad para llevar a cabo personajes complejos de manera excepcional.
Aunque la película cuenta con momentos que sacan sonrisas y otros que son sumamente emotivos, el único aspecto que podría mejorarse es su duración. Algunos momentos al inicio de la película parecen extenderse más de lo necesario, lo que podría afectar el ritmo. Un metraje más reducido en los primeros 40 minutos podría haber contribuido a mantener la atención del espectador de manera más efectiva y dar más nivel aun a la película. El final de la película es excelente y deja una impresión duradera. Las similitudes con "El Club de los Poetas Muertos" son evidentes. Al llegar al desenlace, te quedas con ganas de más, deseando que la película no termine tan pronto. Y con una sensación final parecida a la peli de Peter Weir.
En resumen "The Holdovers" es una obra notable que se queda a las puertas de la perfección. Mi única crítica significativa recae en la longitud de los primeros cuarenta minutos, que podrían haberse reducido para mejorar el ritmo general de la narrativa. A pesar de ello, la película se destaca como una de mis favoritas después de "A Propósito de Smith" en mi apreciación de las obras de Payne. En definitiva, "The Holdovers" es una conmovedora reflexión sobre la formación de vínculos inesperados, una joya cinematográfica que perdura en la memoria mucho después de que las luces del cine se apagan.
La película tarda en arrancar, con lo mejor desplegándose a partir del minuto cuarenta, cuando la conexión entre Giamatti y Sessa toma protagonismo. La evolución de los personajes es una maravilla de presenciar, tocando el corazón del espectador. La química entre ambos actores es palpable, logrando transmitir la complejidad de la relación maestro-alumno de una manera auténtica y conmovedora.
Uno de los puntos más destacados de "The Holdovers" es la inclusión de Da'Vine Joy Randolph como la jefa de cocina de la escuela. Su interpretación agrega una capa adicional de emociones a la trama, mujer valiente que ha perdido a un hijo en Vietnam. Randolph brilla en su papel, entregando una actuación memorable y contribuyendo significativamente al desarrollo emocional de la historia.
El desenlace de la película es excelente y sumamente emotivo, dejando huella en el espectador. La película logra capturar la esencia de las relaciones humanas y cómo la convivencia forzada durante las vacaciones puede llevar a conexiones inesperadas y significativas. La emotividad del final y la forma en que se resuelven los conflictos hacen que la película sea una experiencia gratificante para el público.
La banda sonora de "The Holdovers" merece una mención especial, ya que contribuye de manera efectiva a la ambientación y el tono de la película. La elección de canciones y la forma en que se integran en la narrativa añaden un componente adicional a la experiencia cinematográfica, elevando la película a un nivel superior.
Paul Giamatti ofrece una actuación memorable que merece ser reconocida. Su interpretación del profesor cascarrabias es auténtica y convincente, mostrando una gama de emociones que va desde la ira, frustración hasta la ternura. Su trabajo en pantalla es digno de un premio Oscar, destacando su habilidad para llevar a cabo personajes complejos de manera excepcional.
Aunque la película cuenta con momentos que sacan sonrisas y otros que son sumamente emotivos, el único aspecto que podría mejorarse es su duración. Algunos momentos al inicio de la película parecen extenderse más de lo necesario, lo que podría afectar el ritmo. Un metraje más reducido en los primeros 40 minutos podría haber contribuido a mantener la atención del espectador de manera más efectiva y dar más nivel aun a la película. El final de la película es excelente y deja una impresión duradera. Las similitudes con "El Club de los Poetas Muertos" son evidentes. Al llegar al desenlace, te quedas con ganas de más, deseando que la película no termine tan pronto. Y con una sensación final parecida a la peli de Peter Weir.
En resumen "The Holdovers" es una obra notable que se queda a las puertas de la perfección. Mi única crítica significativa recae en la longitud de los primeros cuarenta minutos, que podrían haberse reducido para mejorar el ritmo general de la narrativa. A pesar de ello, la película se destaca como una de mis favoritas después de "A Propósito de Smith" en mi apreciación de las obras de Payne. En definitiva, "The Holdovers" es una conmovedora reflexión sobre la formación de vínculos inesperados, una joya cinematográfica que perdura en la memoria mucho después de que las luces del cine se apagan.
